El ser humano se ha caracterizado por ser creativo y cambiante, nunca se ha conformado a las ultimas tecnologías y siempre ha encontrado la manera de superar sus propios logros; así mismo sucede con las identidades, muchos nunca se han logrado aceptar como lo que realmente son: seres humanos y por consiguiente imperfectos y susceptibles a cometer errores; por lo cual ha creado medios y formas para mejorarse a si mismo, no solo físicamente, sino también intelectual y emocionalmente, llegando muchas veces a convertirse en personas totalmente diferentes a lo que en realidad son .

Con los avances de los medios de comunicación ha crecido esta “cultura de la imagen”, hoy en día la gran mayoría de individuos tienen un “personaje favorito de los medios de comunicación”, alguien a quien se quisieran parecer, ya sea en el aspecto físico, emocional, intelectual, creativo, etc. Pero siempre viendo en otros lo realmente bello y aceptable ante la sociedad y despreciando en sí mismo todos los dones y talentos que posee. En la web todos crean una imagen de si mismos donde son personas totalmente exitosas, bellas, inteligentes y que hacen cosas interesantes y atractivas para los demás, es un mundo irreal donde todos tienen cosas en común; música, videos, compras, etc. Todos muestran sus mejores fotografías, sus mejores talentos, ocultando siempre aquellas imperfecciones o limitaciones que en la vida real son un impedimento para comunicarse y relacionarse con otros, como puede ser, la falta de expresividad o capacidad comunicativa, la falta de aceptación y rechazo, reduciendo nuestra actividad social entre personas, haciéndonos mas vulnerables al mundo real, a la vida cotidiana y su entorno social y por lo tanto la perdida de la identidad, los niños y jóvenes quienes están actuando bajo un patrón común que los influencia, la propagación de modas que generan que todos sean la copia de alguno que imponga su patrón de identidad.

Vemos como se ha convertido en el espacio y hobby preferido por muchas personas, no solo jóvenes, sino también niños y adultos, que han encontrado en ellas un ambiente ideal para hacer lo que siempre quisieron: CAMBIAR DE IDENTIDAD y volverse interesantes o atractivos como otras figuras publicas o famosas, o simplemente ocultando sus defectos.

contexto

El uso de varias redes virtuales esta degradando la comunicación oral a día de hoy, basándolo todo en una apariencia virtual de autodefinición. Se comparten conocimientos que definen nuestra identidad. como nos vemos y como queremos que nos vean. Compartimos aquello que queremos que los demás conozcan de nosotros, creamos un espejo donde podemos moldear nuestro reflejo, consumiendo una cantidad constante de ego. Dicho así, parece un tanto tentador. Podemos mostrar lo mejor de nosotros mismos, sentirnos valorados, aceptados e integrados.

La imagen ha sido durante muchos años la prueba de la verdad, una muestra pura de la realidad con la que poder argumentar un hecho y aportar soporte visual a una historia. Después de ver que esto ha sido también una herramienta de engaño y manipulación a lo largo del tiempo,o incluso una arma de seducción como es en el caso de la publicidad, nos situamos en una etapa donde la imagen se usa más que nunca, sin tener que pensar mucho en por que la queremos usar. Captamos una imagen sin tener que hacer un gran cuestionamiento de lo que se muestra, nos hemos convertido en PROSUMIDORES, es decir, producimos, costumizamos y consumimos imagen.

Este uso, esta necesidad de comunicar, el vivir conectado con el presente, se ha convertido en un movimiento de masa. Hoy en día, si "hacemos algo relevante o interesante" y no lo publicamos, parecerá que no lo hayamos hecho nunca. Nos esforzamos en aparentar tanto que la vida real se nos empieza a dar un poco mal. Autogeneramos problemas de confianza y seguridad, el compromiso de ser esa persona que queremos ser ante los demás. Todo esto en una época donde la frustración por no conseguir ser alguien acaba por desmotivar hasta tal punto de cuestionarnos "quienes somos, a pesar de quien queremos ser?"

reflexión

Enmarcando este tema con las consecuencias sociales que causa, las nuevas formas de comunicarnos con imágenes y la necesidad de definirnos, he entrado en la reflexión del papel que juegan nuestros perfiles virtuales como reflejos de identidad.

Lo queremos todo, y lo queremos ahora.
Paradójicamente, hemos aprendido a refugiarnos en el presente. Vivir ahora, conectados con el mundo, o por lo menos, que lo parezca. El deseo de integración y aceptación, siendo conscientes de como vamos a ser juzgados continuamente y intentando mostrarnos lo mejor posible, han llevado al ego a desarrollar-se y actuar por si solo, nublándonos, haciéndonos sentir en busca de un motivo y una razón constantemente por la cual nos identificamos así. Nunca se había hablado tanto sobre el ego como en este momento, y por ego no se entiende solo la explotación de nuestra propia imagen. El ego compone la adoración de nuestro intelecto, la exposición de nuestros valores, principios e intereses ante la sociedad. Queremos ser "alguien" ysentirnos realizados, estamos en una constante automejora, en busca de nuestro mejor yo. Hemos inventado nuevas necesidades insaciables e inagotables.

Las redes virtuales trabaja con un input–output pobre en complejidad, instantáneo. Borra toda forma de negatividad, solo mostramos "lo bueno, lo impactante, lo mejor de nosotros" con tal de reafirmar nuestra propia identidad. Con ello se atrofian formas de conducta que exigen una amplitud temporal o una amplitud de mirada; una estabilidad. Fomenta la visión a corto plazo. Fomenta el corto plazo, generando una ansiedad compaginada con frustración y ofusca la larga duración y lo lento. Reprimir todo lo malo de uno mismo, no aceptarse, resulta en una crisis de identidad por no saber afrontar la realidad. Tenemos un compromiso con nosotros mismos de aparentar ser quien queremos ser, y a poder ser, incluso mejor. Somos prosumidores en constante automejora y explotación de nosotros mismos, sin la certeza de estar haciendo realmente lo que queremos. Todo esto prosigue con una continua insatisfacción, una falta de certeza en uno mismo.

Estamos capacitados para captar información, conocimientos sin fin y descubrir temas que nos conciernen a todos, nos hemos impuesto una libertad de expresión que no nos obliga a callarnos. Más bien nos anima y nos seduce a opinar continuamente, a compartir, a participar, a comunicar nuestros deseos, nuestras necesidades, y a contar nuestra vida. Se trata de una técnica de poder que no niega ni reprime nuestra libertad sino que la explota, y este exceso precisamente es el causante de la desinformación.

“El mundo no es hoy ningún teatro en el que se representen y lean acciones y sentimientos, sino un mercado en el que se exponen, venden y consumen intimidades. Otorgamos nuestra identidad a juicio de la sociedad de forma capitalista. El teatro es un lugar de representación, mientras que el mercado es un lugar de exposición para el consumo.”

"Quienes somos, a pesar de quien queremos ser?"

"Reprimir todo lo malo de uno mismo resulta en una crisis de identidad por no saber afrontar la realidad"

"Compartimos aquello que queremos que los demás conozcan de nosotros,
creamos un espejo donde podemos moldear nuestro reflejo"

Dejar de "pretender ser " y "empezar a ser"

one of a kind

Integracion
aceptacion
la risa falsa
La sonrisa social

Preferencia de hablar por whattsapp que en persona


Despersonalizar la comunicación es algo terroríficamente cómodo.

¿Qué necesidad hay de quedar si ya hemos dado señales de vida mandando unos cuantos mensajes?